lunes, 28 de abril de 2014

ESMAD INICIO EL ABUSO DE AUTORIDAD EN PROTESTAS CAMPESINAS.


LA FUNDACIÓN PARA LA PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS, DENUNCIA QUE INICIARON LOS ATROPELLOS POR PARTE DE UNIFORMADOS DEL ESCUADRÓN MÓVIL ANTI DISTURBIOS, QUE DESDE LA TARDE DE AYER HACEN PRESENCIA EN PITALITO.

Entrada la tarde de  este Lunes 28 de Abril, unos 50 hombres del Escuadrón Móvil Anti Disturbios, llegaron hasta el sitio de concentración ubicado en el cruce hacia el centro poblado del corregimiento de Bruselas, utilizando gases lacrimógenos despejaron la vía, para que los vehículos con combustible que permanecían inmovilizados continuaran  su marcha.

Fue reportado que se presentaron disturbios y una persona resultó lesionada producto de la uso abusivo de la fuerza por parte de los Integrantes del ESMAD, quienes además no permitieron que esta persona recibiera los primeros auxilios por parte de socorristas de la Defensa Civil quienes fueron recibidos con una granada de gas lacrimógeno.


En desarrollo de los enfrentamientos fue capturada otra persona, los dos fueron llevados hasta las instalaciones del calabozo en la estación de Policía Pitalito


 Pese a que se registra tensión por la presencia es este escuadrón, los campesinos continúan en el punto de concentración, se informó que varios vehículos  fueron atravesados a pocos kilómetros del crucé de Bruselas, les pincharon las llantas y continua incomunicada la vía hacia el Putumayo.

Mientras tanto en los demás puntos de concentración, poco a poco son más los campesinos que se suman  a las protestas del sector agrario.

Peticiones

1. Como organización dedicada a la defensa y la promoción de los derechos humanos exigimos de las fuerzas militares el respeto por el derecho a la vida, la libertad, el buen trato y la protesta a que tienen los manifestantes de la movilización agraria.
2. Presencia permanente en los sitios de concentraciones de  delegados de la Defensoría del Pueblo, y Personerías Municipales.
3. Investigaciones, acciones disciplinarias y penales en contra de militares que violen los derechos humanos en desarrollo de esta movilización del sector agrario en Colombia.

Pitalito lunes 28 de Abril de 2014

Cordialmente
  


Directivos FPDH-Colombia.

sábado, 19 de abril de 2014

DE MACONDO A ESTOCOLMO

Por: Centro de Investigación Libertaria y Educación Popular,(CILEP)

Con contundencia escribía Gabo, hace cincuenta y pico de años, un artículo titulado: “La literatura colombiana un fraude a la nación”. En él sostenía que, hasta aquel momento, no había en Colombia ningún escritor con una obra de 'alcance universal'. Sentenciaba, sin pudor alguno, que: “Sin duda, uno de los factores de nuestro retraso literario, ha sido esa megalomanía nacional – la forma más estéril de conformismo—que nos ha echado a dormir sobre un colchón de laureles que nosotros mismos nos encargamos de inventar. Países latinoamericanos, que tienen de su propia literatura un concepto menos grandilocuente que el que tenemos nosotros de la nuestra, han alcanzado modestamente la merecida atención del público internacional. Nosotros en cambio seguimos nutriéndonos del sentimiento de superioridad que heredamos de nuestros antepasados por la versión a cinco idiomas de “María”, escrita hace 109 años y por la versión a ocho idiomas, inclusive el chino, de “La Vorágine”, escrita hace 35. Es hora de decir que es absolutamente falso que el mundo esté pendiente de nuestra literatura. El poeta español Gerardo Diego, decía alguna vez en privado: “Los colombianos no han dado un grande escritor; y lo merecían, porque han trabajado mucho”. Acaso hayamos trabajado mucho, ciertamente, pero no por el camino acertado.” Concluyendo que: “...aparte de que las modas nos han llegado tarde, parece ser que nuestros escritores han carecido de un auténtico sentido de lo nacional, que era sin duda la condición más segura para que sus obras tuvieran una proyección universal (…) En la edad de oro de la poesía colombiana, se escribieron algunos de los mejores poemas europeos del continente. Pero no se hizo literatura nacional.” Las sentencias pretendían declararle una guerra -una de verdad- no sólo a una manera de escribir en Colombia sino a una manera muy corriente de ser colombianos: esa mezcla entre lo patriotero y lo pacato, entre la pereza y la pomposidad, entre la transigencia y la crueldad. Muchos de sus personajes son retratos vivos de este raro espíritu (¡qué mejor ejemplo que Fernanda del Carpio!) y de la convivencia que, por las malas o por las buenas, estas personalidades tienen con otras: las valientes, las que ponen al descubierto algo soterrado, misterioso y vital de la existencia humana, mejor decir, de la existencia latinoamericana (¡Úrsula, el Coronel!).

Gabo fue sin duda un retratista; como él mismo decía, uno al que con mucha dificultad le pueden creer. No es verosímil que su obra sea “realista” pues ¿cómo va a ser “real” que un anciano alado y puerco caiga en un patio de gentes humildes que lo vuelven atracción turística? o ¿cómo va a ser “cierto” que entre los paisajes verdes y húmedos del Caribe -¡sabrá el diablo el nombre del caserío!- crezcan naranjos cuyos frutos tienen dentro diamantes? Tan cierto como lo fue hace unos meses la aventura de un hombre apuñalado en el corazón, quien libró una brutal pelea en la central de abastos, que fue declarado muerto y cuarenta y cinco minutos después despertó. A los pocos días, delirante, salió en todos los medios divulgando sus visiones del más allá: “en ese mundo vi una vida, una vida muy linda, hermosa: una vida de azufre. Había almas rezando a un volcán, había gente orando (…) otros brincando, ¡es algo aterrador!”[1] o tan real como el afamado científico que no contento con sus méritos (los de verdad) construyó una mancillada leyenda, la de haber llegado, él solo, a punta de un trabajo más mitológico que científico, desde Buenaventura a la NASA. La abuela desalmada que condenó a las humillaciones más horrendas a la pobre Cándida Eréndira, viajando de tierrero en tierrero, es tan real como la locura urbana en la que, desde lo más retorcido y absurdo del alma, nazis aquí nacidos, bastante más ridículos que siniestros, atacan a hombres, mujeres y jóvenes por igual. Basta verlos para creer que lo más oscuro de Macondo no sólo sucede como la triste suerte de un pueblo sino que se construye con la temeridad de la estupidez. Y eso convive, sin ambages, con juglares extraordinarios, con criaturas rehechas después de la impronta del odio, con nostálgicos de un mundo más ameno, más digno y más justo. Gabo lo sabía y si no hubiese enfermado o envejecido o si la vida fuera eterna, lo seguiría escribiendo pues el realismo mágico más que una “tendencia” fue un descubrimiento.

Saltan ahora, en todos los diarios o en boca de los políticos de turno, alabanzas o denuestos a nuestro “amado nobel”, al único de nuestra historia. Olvidan las palabras que, como agua helada, golpearon los oídos de los europeos que le entregaron el aclamado premio. En esas palabras, Gabo les recordaría el derecho de Latinoamérica a la dignidad y a sus propias riquezas. El derecho de los pueblos heridos de estas tierras a tener una personalidad y una vida libre. El derecho de no ser pisoteados por los discursos racistas y clasistas -de castas- impuestos desde los comienzos de nuestra historia como hijos de la colonización. A diferencia de Sartre, quien rechazó el premio, Gabo no podía dejar de asistir. Esta asistencia comenzó con su renuencia a usar el frac al que querían obligarle pues se trataba de un traje que, según su opinión, no correspondía a una nación sino a una clase, a esa a la que él aseguraba no pertenecer. No podía negarse a ir a Suecia, no porque le importara mucho un premio que no lo haría más famoso de lo que ya era sino porque su visita implicaba recordarle a Europa aquello a lo que ha sometido a América Latina y la manera en que lo quiere ocultar.

Hoy, muchos hipócritas y oportunistas, salen a aplaudir a Gabo cuando por ellos y por sus familias fue condenado al exilio, decretan tres días de luto queriendo simular los funerales de Mamá Grande. Los corrillos van de orilla a orilla: unos esperan que se queme en el infierno junto a Fidel, su amigo del alma, por comunista. Otros le critican su entendimiento, en varias ocasiones, con gentes ricas, presuntuosas o irrelevantes. Sea como haya sido, Gabo no escribió para defraudar a la nación. Su partida es motivo de celebración para aquellos contra los que construyó una narración de este país y de este continente. Esos dan brincos de alegría aunque sin muchos motivos pues, digan lo que digan, y a menos de que haya un incendio como el de Alejandría, la Colombia que contó Gabo ya pasó a la inmortalidad.

martes, 15 de abril de 2014

CRIMEN DEL PERIODISTA NELSON CARVAJAL,DIECISÉIS AÑOS DE IMPUNIDAD.

Pitalito 15 de Abril de 2014: Este miércoles 16 de abril se conmemora el asesinato del periodista laboyano Nelson Carvajal Carvajal, su crimen continúa en la más completa impunidad.

La Fundación para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos FPDH  recuerda que en la presente semana se cumple  el 16° aniversario del homicidio del comunicador, ocurrido el 16 de abril de 1998 en Pitalito, Huila.

La organización no gubernamental   de activistas de los derechos humanos a través de su Presidente el Abogado Emiro Bravo Muñoz hace  un llamado a las autoridades a agilizar las investigaciones y que no quede impune ese crimen.


“Es lamentable como continua pasando el tiempo, ya son 16 años y el crimen del periodista Nelson Carvajal sigue en el más completo oscurantismo por administración de justicia. Nuestro compromiso como fundación que lleva el nombre de Nelson Carvajal  es que este crimen de lesa humanidad no continúe impune”, dijo.

Carvajal era director del informativo "Momento Regional" y de los programas de radio "Mirador de la Semana", "Amanecer en el Campo" y "Tribuna Médica", de la emisora Radio Sur, en los que denunciaba  la corrupción política y administrativa que se registra para esa entonces  en el municipio.

El periodista fue asesinado el 16 de abril de 1998, a sus 37 años, por un sicario que le disparó en siete oportunidades.

Carvajal se inició en el periodismo en 1986 cuando asumió la redacción del noticiero "Momento Regional" en Radio Sur. Poco después se convirtió en director de los programas "Mirador de la Semana", "Amanecer en el Campo" y "Tribuna Médica".

La transparencia en la gestión pública y las investigaciones sobre corrupción política fueron asuntos en los que ahondaba en sus programas. También fundó en Pitalito una escuela de la que era director.

Según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), el pasado 2013 prescribieron seis casos de periodistas asesinados en 1993: Gerardo Didier Gómez, Eustorgio Colmenares, Carlos Lajud Catalán, Nelson de la Rosa Toscazo, Manuel José Martínez y Eugenio Orejuela Micolta.

La FLIP calcula que un 8 7 % de los 140 asesinatos de periodistas ocurridos en Colombia desde 1977 permanecen impunes. Solo 17 casos han terminado en sentencia condenatoria.

"Hacemos un llamado al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y a la Justicia colombiana a que impulsen y continúen las investigaciones de los asesinatos contra periodistas para señalar, condenar a los responsables y evitar la prescripción de estos casos", dijo mediante comunicado de prensa  Ealy Ortiz directivo de la Sociedad Interamericana de Prensa SIP.

“Prefiero las muerte, estar de rodillas ante los corruptos”: Nelson Carvajal.