Informar es cada vez más una profesión peligro y
ello se refleja en crímenes como asesinatos, atentados, amenazas, destrucción
de instalaciones o equipos, interceptaciones ilegales, detenciones ilegales,
desplazamiento forzado y acoso en sus distintas manifestaciones.
Estas violaciones a la vida y al derecho universal y
constitucional a la libertad de expresión han sido recogidas por la Fecolper en
el Informe sobre la situación del periodismo y la libertad de prensa
durante 2014 (ver archivo adjunto).
En el 2014 la Fecolper documentó 146
agresiones contra periodistas en Colombia que representa un total de 184
víctimas. Con respecto al 2013, se presentaron 20 agresiones más, y 35 víctimas
adicionales. Las amenazas fueron el delito más común, con un 42,5 %,
seguido de las agresiones físicas y/o verbales con el 22,6 %, y la obstrucción
al ejercicio periodístico con el 15,1 %.
El 76 % de los hechos violentos corresponde a
periodistas (140), seguidos de trabajadores de medios (28), equipos
periodísticos e infraestructura del medio.
El 75 % de estas agresiones fueron en contra de
hombres (138), mientras que un 16 % contra mujeres (19).
El 80,2 % de las violaciones o afectaciones se
produjeron contra medios privados (comerciales); 9,3 % contra medios alternativos
(populares); 5,2 % contra comunitarios y 5,2 % contra gubernamentales
(oficiales).
Las poblaciones más inseguras para ejercer el periodismo son: Bogotá, con el 24 %; Antioquia (13%), Valle del Cauca (8%), Bolívar (5 %) y Huila (4%).
Es alarmante que el 34,2% de los ataques provino de
desconocidos. El mismo calificativo aplica, con mayor reproche y rechazo, para
el segundo principal agresor: la Fuerza Pública, autora del 21,2% de los casos,
que equiparó a los a particulares, y se situó muy por encima de funcionarios
y/o servidores públicos (11%), paramilitares y/o bandas criminales (6,8 %),
guerrillas (2,1%), delincuencia común (2,7%) y exfuncionarios públicos (0,7%).
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La Fecolper ve con preocupación que en la mayoría de
los casos reina la impunidad, lo que se constituye en un motivo para que los
enemigos de la verdad no cesen en su intención de acallar a los informadores.
Es urgente que el Gobierno y que la sociedad en
general reflexionen y actúen en favor de los periodistas como fortalecedores y
garantes del Estado de derecho y guardianes de la democracia. Los derechos
constitucionales de la prensa no pueden seguir siendo letra muerta, sino que
deben ser recuperados y cuidados con celo principalmente desde la
institucionalidad.
La Fecolper seguirá acompañando a los comunicadores
en el ejercicio de su labor, denunciando los hechos que atenten contra este, y
sobre todo, exigiendo verdad, justicia y reparación para los afectados.
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