viernes, 8 de diciembre de 2017

32 AÑOS DE LA MATANZA DE TACUEYO.

En la matanza de Tacueyo fueron asesinados 170 guerrilleros entre mujeres, hombre y niños.

 La masacre de 170 combatientes guerrilleros a manos de los comandantes del Frente Ricardo Franco cumple 32 años, este hecho quedara en la historia del conflicto armado social y político de Colombia, como un episodio que cuesta  perdonar, y  más olvidar porque de  ello dependerá su no repetición.


Por: Rodrigo Rojas Garzón
FPDH, Colombia

El abogado Emiro Bravo Muñoz presidente de la Fundación para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos FPDH señala que es necesario hacer memoria de hechos como este para que no vuelvan a ocurrir. Esta masacre se presento en las estribaciones de la cordillera central jurisdicción del municipio de Toribio corregimiento de Tacueyo Cauca, entre diciembre  de 1985 y marzo de 1986. Es uno  de tantos hechos doloroso, trágicos, terribles que deja  en el último siglo el conflicto armado, social y político  en Colombia.

“A finales del año 1985 el país tiene noticias de unas muertes que estaban ocurriendo en las montañas del municipio de Toribio corregimiento de Tacueyo, la noticia causo alarma nacional, decenas y decenas de guerrilleros combatientes del grupo Ricardo Franco - una gran disidencia de las Farc habían sido asesinados de manera brutal, por su propio comandante el señor José Fedor Rey conocido con el alias de  Javier Delgado”.

José Fedor Rey integro la Juventud Comunista en los años 70, donde fue adoctrinado, luego estuvo en los campamentos de las Farc, hizo parte de una columna urbana en la ciudad de Bogotá, y después se desplazó a San Vicente del Caguan.

Por aquellos días Jaime Bateman  dejo de integrar  las Farc y formo el Movimiento 19 de Abril M-19, Javier Delgado y Hernando Pizarro también tomaron la determinación de romper filas en esa guerrilla y conformar el frente Ricardo Franco llevándose con ellos 1.200 millones de pesos, y trescientos  guerrilleros.

“Esta disidencia adopta el nombre  de Ricardo Franco un exguerrillero fusilado por desertar de  las Farc, de este grupo hizo parte Hernando Pizarro León Gómez, “El Pesacado” era el segundo comandante de esta frente, hermano de Carlos Pizarro comandante del M19”. 

Horror en la montaña.

Los primeros en enterarse de la masacre que estaba ocurriendo en las montañas de Tacueyo, fueron integrantes del M19  porque un grupo que integraba la avanzada del frente guerrillero  descubrió entre la maleza y el bosque nativo  a hombres, mujeres y niños amarrados de pies  manos  con visibles signos de tortura.

Escucharon quejidos y lamentos desgarradores en medio de la noche. Sigilosamente los comandos del M-19 se acercan para ver qué sucedía  y encuentran inicialmente dos jóvenes con sus manos atadas a los troncos de  árboles.

El campamento guerrillero se había convertido  en  un campo de concentración, tortura y  muerte. En una operación de guerra el M-19, con el mayor sigilo posible  rescataron a dos guerrilleros que estaban siendo torturados e  iban a ser ajusticiados por el comandante del frente  Ricardo Franco. 

  El campamento de este frente guerrillero se había convertido en un campo de concentración y de muerte.

 Rescatados de la muerte.

Estos dos hombres con terror en sus ojos y su voz entrecortada le relataron a los miembros del M19, que en ese frente los estaban matando a todos, acusándolos  de integrar  la inteligencia militar, al parecer  en un acto de paranoia de los comandantes, que  se habían vuelto locos, obsesivos con el tema  de estar infiltrados, y con eso justificaron la masacre de 170 de sus combatientes.

Dijeron los sobrevivientes que Javier Delgado casi no dormía y se la pasaba fumando marihuana, y que su pasatiempos era la tortura, el asesinato a sangre fría, ver el sufrimiento,  el miedo, en la cara de los hombres  a su mando.

Relatan que colgaban  de pies y manos como hamacas, se mecía  sobre ellos y luego los degollaba. Todos los días asesinaban entre ocho a diez personas, la masacre  duro aproximadamente cuatro meses,  fueron 120 días de  físico terror.

En la matanza de Tacueyó las autoridades  encontraron cuerpos que les habían abierto el pecho cuando las victimas aún estaban  con vida, para sacarles el corazón, algunos tenían marcas por estar mucho tiempo amarrados. A mujeres embarazadas les fueron abiertos sus vientres y los fetos sustraídos, sus senos cercenados,  varios cuerpos presentaban signos de haber sido enterrados con vida y casi la mayoría tenían mutilaciones.

 “Estaban fusilando sapos”.

Javier Delgado comandante del frente Ricardo Franco  ante el revuelo que causo a nivel nacional  lo que estaba pasando en las montañas de Tacueyo,    invito a periodistas para justificar la matanza.

Les dijo que iba a fusilar seis sapos, evento mal logrado para él, porque los periodistas no quisieron presenciar, y menos registrar el fusilamiento. Algunos de los sentenciados confesaban que eran del B2 pero eran confesiones arrancadas como en tiempos de la inquisición,  bajo tortura y una persona cuando está siendo torturada al extremo hace lo que sea y ruega para que la maten, paro no prolongar su suplicio.

Los vejámenes que realizaban los comandantes del frente Ricardo Franco con sus combatientes provocó el rechazo de la opinión pública en todos los círculos del territorio colombiano, sin tener a quien más asesinar,  una mañana cualquiera  los comandantes Javier Delgado y Hernando Pizarro se vistieron de saco y corbata al parecer con la satisfacción del deber cumplido abordaron dos  lujosas camionetas y se fueron en busca del exilio.



















Jose Fedor Rey alias Javier Delgado y Hernando Pizarro León Gomez

La no repetición.

Este tipo de actos de barbarie que siguen ocurriendo en nuestro país  son imposibles de olvidar, para que no se vuelvan a repetir  y esa es la idea de conmemorar este tipo de hechos, “Si en Colombia perdemos la memoria y caemos en el olvido estamos condenados a repetir la historia”, asegura el abogado Emiro Bravo Muñoz. 

A los familiares de las víctimas de Tacueyo, como de otras masacre, muertos y desaparecidos   no se les ha aclarado absolutamente nada. Para este caso “Javier Delgado nunca se responsabilizó por lo que paso, a Hernando Pizarro lo asesinaron, es una página de la historia de Colombia que esta oscura,  que está enterrada, y que hay que desenterrarla para saber qué fue lo que realmente sucedió".

Sobre esta masacre se manejan dos versiones, la primera es que Javier Delgado era integrante de la inteligencia militar y que en esas circunstancias llego a ser comandante del frente, y asesino a más de un centenar  guerrilleros.

“Esa es una versión que era un infiltrado, un asesino sin piedad, y cumplió la misión que le habían impuesto sus jefes. La otra versión es que Javier Delgado se volvió loco, entro en paranoia total  desconfiando de campesinos y de los integrantes de su pequeña guerrilla que fue exterminada por este monstruo  de la ‘insurgencia’ en Colombia”.
 
 Javier Delgado casi no dormía y se la pasaba fumando marihuana, y que su pasatiempos era la tortura, el asesinato a sangre fría, ver el sufrimiento,  el miedo, en la cara de los hombres  a su mando.

El perdón y el olvido.

Frente a hechos como este, las condiciones a nivel mundial cambiaron, hasta hace diez años existía una fórmula jurídica internacional para ponerle fin a los conflictos a través de un acuerdo que comprendía, el indulto, amnistía el perdón y el olvido.

“Simplemente se firmaba  el acuerdo se perdonaba todo lo que hubiera hecho de malo, se liberaban los  presos, se archivan los líos con la justicia  y se olvidaba todo. Hoy el mundo ha cambiado después del protocolo de Roma se acabó con el perdón y el olvido con el cual fueron cobijados grupos guerrilleros como el M-19, el Quintín Lame, y el EPL. En la actualidad la formula internacional es: La verdad, el sometimiento a la Justicia, la reparación de las víctimas y el compromiso de la no repetición, así lo ordena para el fin de las guerras aplicando principios  el derecho internacional humanitario".


Los vejámenes que realizaban los comandantes del frente Ricardo Franco con sus combatientes provocó el rechazo de la opinión pública en todos los círculos del territorio colombiano.

En la guerra, la  primera muerta es la verdad.

El presidente de la Fundación para la Promoción y Defensa de los derechos Humanos señala que  conocer toda la verdad al momento de asumir  responsabilidades de los actores  que hacen parte del conflicto armado, social y político en Colombia, es una utopía.

“Yo fui combatiente del M19, nosotros por fortuna logramos hacer un consenso nacional y dio como resultado la constitución de 1991 fue el fruto de nuestra  reconciliación con el país. La verdad es el primer muerto en la guerra, cuando inicia una guerra empieza a morir la verdad, pero hasta donde sea posible se deben propiciar los escenarios para hacer memoria y acercarse a la verdad de tantos hechos que enlutan a muchas familias”.

En Colombia hay episodios tan oscuros que no solo  involucran a guerrilleros, si no a paramilitares, narcotraficantes, políticos, grupos económicos, para ellos la verdad es uno de los botines  más preciados.

En cuanto  a la Justicia Especial Para la Paz  JEP, asegura que  es una iniciativa valida teniendo claro que, “Tenemos esperanza, somos optimistas en la aplicación de justicia, teniendo en cuenta que  nadie se desarma para ir a morir encerrado en una cárcel, pero que se aplique en parte justicia por sus actos y tomen en serio la reparación de las víctimas”. 

 “Si en Colombia perdemos la memoria y caemos en el olvido estamos condenados a repetir la historia”, asegura el abogado Emiro Bravo Muñoz. 

La no repetición.

Para la Fundación para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos es urgente el compromiso con la no repetición por parte de los actores que han realizado  la dejación de sus armas .

“De hechos tan dolorosos y que haya un respiro para los Colombianos después de este proceso de paz, se debe evitar la repetición. Ya van más de cien líderes sociales asesinados a partir de que se firmaron los acuerdos en la Habana, continúan los desplazamientos forzosos en diferentes regiones del país,  porque las familias no soportan el peso de la violencia que continua en sus regiones, Colombia necesita de una vez por todas un nuevo amanecer, y  que llegue la paz”, dijo el abogado Emiro Bravo

Señalo que la Fundación para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos  FPDH Organización no Gubernamental en Colombia integrada por un grupo interdisciplinario de profesionales y dirigentes sociales, se constituirá en garante de prevenir y denunciara aquellos actos que atenten contra la tranquilidad de personas y comunidades, luchando para que no se repitan actos de barbarie como la matanza de Tacueyo que nunca se debe olvidar para su no repetición. 



1 comentario:

  1. Los jóvenes que hoy salen llevando las banderas de los otrora asesinos de campesinos y gente humilde desconocen las manchas de sangre de cuánta gente inocente está derramada sobre esos estandartes de muerte.

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